miércoles, 7 de mayo de 2014

VIAJANDO EN BUS: CON CINE Y DISFRUTANDO DE PAISAJES.




Cuando menos lo esperaba la mañana del domingo cuatro de mayo del 2014, salí del lugar de mi residencia en Victoria, Yoro, rumbo a la capital Tegucigalpa. 
No me quedó otra opción que hacer uso del transporte y a las 6:00 am salí rumbo a la Terminal de Transporte, donde fui atendido por varios cobradores o ayudantes de varias unidades que esperaban pasajeros para llevarlos a diferentes destinos.  
Ahora para los que residen en el municipio de Victoria, Yoro y quieren viajar a diferentes regiones de Honduras, cuentan con muchas opciones.
Hay una oferta amplia para transportarte de esta comunidad, primero quienes tienen su vehículo o utilizando las rutas de transporte tradicionales.
Empezando por las que viajan a la ciudad de Tegucigalpa, a la ciudad de San Pedro Sula, a la ciudades de El Progreso y la ciudad de Yoro.
Para ir a la ciudad de Tegucigalpa, no hay donde escoger y tengo que abordar el bus de la empresa Anthony, que a las 7:00 am arranca.
Aquí no hay ninguna oficina para comprar el tiquet, solo hay que subir y escoger el siento que mejor le parezca para ir cómodo, y para tener seguro su puesto solo hay que dejar una maleta, y se puede regresar a su residencia a traer las demás maletas. Hasta ahora contamos con seguridad y no ingresan vendedores ambulantes.
Enfrente de esta improvisada Terminal, hay una Caseta donde se puede tomar un café o un desayuno rápido u otra golosina para calmar el hambre. Los clientes permanentes son motoristas y ayudantes.
A las 6:45 arranca el bus de la Terminal hace un recorrido por Plaza principal de este municipio recogiendo pasajeros que viajan a la capital Tegucigalpa, y a las 7:00 am inicia un trayecto que dura cinco horas.
Particularmente me agrada viajar en bus, porque te enteras de muchas cosas y conoces varias comunidades en este trayecto, pero también eres  testigo de experiencias, que van desde que un pasajero lleva como equipaje un pero, una gallina, un perico, un gato u otra mascota.
Y si no estás acostumbrado a ver personas arrojando, pues la experiencia no es nada agradable, en esta ocasión los cobradores están pendientes para proporcionar bolsas plásticas para quienes se marean y arrojan.
En otras ocasiones fui testigos de los fuertes aromas provenientes de que un menor no aguantó llegar al comedor cercano se hizo pupú. Así mismo eres testigo de olores producto de otros factores.
Aquí no se lleva un control de quienes viajan, no se toman fotos a los pasajeros, porque aún hay seguridad, y cuando hay asaltos es por bandas que ahora están siendo capturadas por la policía.
El ayudante un joven delgado, cabello musuco o enrulado, va de un lado a otro ubicando a los pasajeros, el mismo ayudante se sienta en la silla del motorista y es el mismo que va conduciendo el bus.
El bus no tiene aire acondicionado, en su lugar van abiertas todas las ventanas. Mientras no se enciende la radio, algunos viajeros inician entretenidas conversaciones, otros se acomodan y se duermen. Otros van saboreando ricos alimentos típicos.
Llegamos a las cercanías de la comunidad de Las Delicias, San José del Potrero del departamento de Comayagua, de pronto sube el motorista que manejara esta unidad de transporte y da instrucciones al ayudante que programe una película.
Como por arte de magia, quienes iban platicando, quienes iban dormidos, les cautiva la película. Buen sonido y una excelente pantalla.
No le di importancia, pero me sorprendí como esta unidad se convirtió en una sala de cine. Risas, comentarios se apoderaron de los viajeros. Realmente quede impresionado, luego de muchos años viajando, primera vez que soy testigo de tan espectacular detalle.
La película era en idioma español y fue filmada en África, animales como jirafas, monos, elefantes, culebras, leones, son los actores principales.  La película finaliza minutos antes de llegar la provincia de Siria.
Llego a la comunidad de Minas de Oro, departamento de Comayagua, donde me entero que ya no existe la atractiva calle empedrada sino que ahora esta pavimentada, ya no es aquella provincia de movimiento comercial de antaño.
El trayecto sigue con toda normalidad hasta que llegamos a un comedor que está ubicado en la comunidad de Siria, donde motoristas y cobradores de las unidades de transporte son atendidos de una una manera espacial por propietarios y empleados.
El ambiente cambia cuando se llega a las proximidades de la ciudad de Talanga, donde varios vendedores ambulantes ingresan a la unidad de Transporte ofreciendo: golosinas, pizza, elotes, rosquillas,  y los productos de la temporada.
Quienes viajan y han consumido líquidos, escucho el murmullo de los deseos de orinar, para ello tienen que hacer un sacrificio y evacuar la necesidad hasta llegar a sus hogares y descargar la vejiga.
Si al iniciar este trayecto se uno se ubica cerca de las ventanas del bus disfruta de los paisajes, de la tupida vegetación, de extensas labranzas de plantaciones de maíz y frijoles, y hatos de ganado.
Esta vez por un benigno clima cinco horas y media del recorrido se hicieron cortas, hasta que llegamos a la ciudad de Tegucigalpa. Para mi es toda una aventura cada uno de los viajes que hago en unidades de Transporte.
Hasta la próxima les contare otras de las experiencias cuando de nuevo utilice éste servicio de Transporte, que me trasladó de Victoria, Yoro hasta la ciudad de Tegucigalpa, capital de Honduras, donde la imnovaciónm fue ver en una pantalla grande una pelicula

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